Vamos hoy con una nueva entrega "instagramera".
Hace unos días parecía que había llegado la primavera a mi islita querida. Pero no, falsa alarma. Ha vuelto el frío, el viento y la lluvia. Así que mi gozo en un pozo.
En uno de los días soleados que tuvimos la semana pasada, mis amigos y yo aprovechamos para tomar un poquito el sol en el campus universitario. Que delicia. Aunque así no sé si se hace más o menos dura la vuelta a la biblioteca, jaja.
Mi amor me llevó a dar una vuelta muy especial en coche. Lo quiero, lo quiero, ¡¡lo quiero!!
Seguimos con los días soleados. Hacía un tiempo tan bueno que mi novio y yo decidimos irnos a su casita de verano a disfrutar de las vistas.
¡¡Me encantan los canelones!! Le pedí la receta a mi abuela y a base de práctica, cada día me salen más buenos. De hecho, ayer cociné una hornada de 30 canelones para una cena de amigos y no quedó ni uno.
New Look. No sé si lo notastéis en el post anterior, pero mi pelo está más clarito y bastante más escalado. Prometo post especial del antes, el proceso y el después de mi cambio de look.
¡Qué bonitos los olivos!
Siempre he dicho que me encanta mi universidad, es preciosa. Me encanta eso de estar rodeada de naturaleza. Y ellos, los patitos, nos hacen compañía día tras día. ¡Son como uno más! Les encanta acercarse a la gente, no tienen ningún miedo.
¡Qué foto más tierna! Aquí estamos mi papá y yo hace aproximadamente 20 años hechándonos una siestecita.
El otro día, cotilleando por los cajones de casa de mi novio, encontré esta foto de cuando era pequeñito. ¿No os parece adorable?
Y terminamos con una foto muy pero que muy deliciosa. Le preparé este platito de fresas con nata a mi madre, ¡y le encantó! Me encanta el detalle del "corazón" de nata, jaja.
Y hasta aquí el post de hoy. Espero que lo hayáis disfrutado. Besitos :D